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domingo, 4 de setiembre de 2011

Carta de un Párroco


Carta de un Párroco


Queridos hermanos:


Es un hecho que hoy día las sectas pasan casa por casa y hacen una gran labor proselitista.
Primero piden muy sutilmente que los católicos los acompañen a orar con la Biblia, lo que no tendría nada de malo, pero, con el pretexto de orar con la Biblia, lo que realmente pretenden es arrebatarles a ustedes su fe Católica y hacer que se cambien de Religión.


Y esto, en realidad, además de ser un proselitismo barato, es una falta de respeto y de caridad hacia las personas que, no habiendo tenido una mayor formación bíblica, los confunden con infinidad de citas bíblicas, sacadas de su verdadero contexto, y tratan de hacerles ver que están equivocados hasta convencerlos para que pasen a engrosar las filas de las sectas.


Queridos hermanos: Ustedes tienen un gran tesoro que es su Fe Católica heredada de sus padres y antepasados. Para darles una mano y fortalecer su Fe Católica es que acaba de aparecer este trabajo que -con la debida autorización- hoy hago llegar a sus manos.
Es un libro muy sencillo y práctico, en él que hallarán la respuesta adecuada a las principales interrogantes que nos presentan las sectas.


El protestantismo que proviene de Alemania y de Europa, en general, es bastante respetuoso hacia los católicos. Pero las sectas provenientes de Estados Unidos y de otras partes de América Central suelen ser muy atropelladoras y tratan de imponerse por la fuerza, asustando a la gente y tergiversando textos bíblicos. Este libro, entonces, es para que no se dejen engañar.


No es nuestro intento agudizar tensiones.
Lo que aquí se pretende es, con la Biblia en la mano, dar respuesta a las principales dificultades que las sectas presentan a los católicos cuando pasan por sus casas, dificultades que, bien mirado, no son reales sino sólo aparentes y que muchas veces demuestran sólo fanatismo e ignorancia.


La Iglesia Católica está por un sano ecumenismo y ojalá llegue el día en que se logre la tan anhelada unión entre cristianos, pero, por mientras, hay que dar respuestas concretas a las necesidades del momento.


Este trabajo está escrito en forma de cartas del Párroco a sus feligreses. Su estilo es respetuoso y hasta coloquial. Léanlo con el mismo espíritu en que fue escrito y Dios quiera que los temas, leídos una y otra vez, les ayuden a comprender mejor su fe Católica y a saber dar razón de su esperanza.


Que el Señor y la Santísima Virgen los colmen de bendiciones.


Son los deseos de un Párroco.






Consejos prácticos


Para conservar su Fe Católica


Cuando un hermano evangélico le invite a orar o a conversar con seriedad sobre la Biblia, naturalmente usted lo puede hacer, siempre y cuando exista un clima de mutuo respeto y caridad. Pero sin polemizar ni tomar actitudes anticristianas.


Pero cuando lo inviten a orar o estudiar la Biblia y usted descubre que su intención no es ésta, sino arrebatarle su fe católica diga: -No me interesa, porque usted lo que quiere no es orar o estudiar la Biblia conmigo, sino arrebatarme mi Fe.


Cuando los mormones les prometan dólares, viajes, o ayudas de cualquier tipo con tal que se cambien a su religión, digan: Con la Fe no se juega.


Cuando los Testigos de Jehová les digan: «Cuando yo era católico tomaba, le pegaba a mi señora y pasaba puro peleando...» contesten: Desde este mismo momento ya está usted mintiendo porque si hacía todo esto es que «no era un verdadero católico».


Decía un católico: «Los evangélicos se pasan la mitad de su vida despotricando contra los católicos... como si ellos fueran los únicos justos y perfectos. ¿Por qué en vez de mirar tanto la paja ajena no reflexionan un poco sobre la viga de su propio ojo?».


Ojalá que con motivo de este final de siglo se vayan afinando diferencias y lleguemos a una plena comunión de Fe y de Doctrina entre todos los seguidores de Cristo. Esto sería maravilloso.
Pero, por mientras, hay que ir con mucha cautela porque algunos hermanos evangélicos que no trepidan en recurrir a proselitismos desfasados para arrebatarles su fe Católica.